Las marcas de automóviles han
necesitado muchos años para labrarse una imagen y tener un buen número de
adeptos o detractores a sus espaldas. Hoy en día, el gran público ya tiene una
idea preconcebida de cada marca, los fabricantes tienen su fama, ya sea buena o
mala, y cuando nos hablan de Mercedes-Benz solemos asociar este fabricante al
lujo, la calidad, y la elegancia; así como si nos hablan de Ferrari rápidamente
pensamos en deportividad, exclusividad y belleza. Para que esto suceda, las marcas de coches
han tenido que trabajar muy duro y crearse una imagen a base de ofrecer buenos
productos y venderse bien. Parte de este trabajo recae en el merchandising, un
factor clave en el sector del automóvil.
Perfumes, líneas de moda,
material escolar, productos de ocio, electrodomésticos, joyas, y un sinfín de
productos componen el merchandising del automóvil. Cada vez más, las marcas de
coches dedican parte de su esfuerzo a crear productos que nada tienen que ver
con el automóvil. Al principio, solo marcas muy exclusivas ofrecían, además de
coches, objetos como ropa o relojes, pero poco a poco, hasta las marcas más
generalistas han optado por venderse a través de productos de todos tipo, desde
un bolígrafo hasta una línea de moda en la que se puede ver el logotipo de la
marca en unos zapatos o en una cazadora.
Algunas marcas gozan de mucha
fama y prestigio, sin ir más lejos las mencionadas en los ejemplos puestos
anteriormente, Mercedes-Benz o Ferrari, que además de llevar muchos años
haciendo coches distinguidos, también llevan décadas cosechando éxitos en
disciplinas deportivas, como la Fórmula 1, un gran escaparate al mundo, donde
todos los buenos resultados se traducen automáticamente en ventas para la
marca. Y aquí es donde cobra mucha
importancia el tema que nos trata. No todo el mundo tiene dinero para comprar
un Ferrari, pero una cantidad inmensa de personas sí puede permitirse comprar
un bolígrafo con el “Cavallino Rampante” de Ferrari estampado, o una gorra con
la estrella de tres puntas de Mercedes bordada. Las marcas han encontrado una
mina de oro en el merchadising, es curioso que Ferrari ingrese más dinero por
ello que por la venta de sus coches, los cuales no se venden nada mal y no son
precisamente baratos.
Poco a poco, van proliferando
dentro de las marcas los departamentos destinados al merchandising. Los
fabricantes contratan a importantes diseñadores de moda o expertos en ciertos
temas como la creación de fragancias, para conseguir productos que afiancen
entre el gran público los valores de marca. Es el caso de Mercedes-Benz con su
nueva línea de productos de perfume, para cuya creación contó con el experto
perfumista Oliver Cresp. A la hora de crear este tipo de productos, se cuidan
todos los detalles, como con los propios automóviles. En el ejemplo del perfume
de Mercedes, el diseño del frasco, por ejemplo, tiene una gran importancia, ya
que según el propio fabricante “necesitaba expresar claramente los valores de
la marca Mercedes-Benz: elegantes líneas, profesionalismo técnico, funcionalidad,
ergonomía y desempeño”.
El precio de estos productos y su
exclusividad es también algo interesante. Marcas como Porsche o Ferrari tienen
en sus catálogos las líneas de moda más caras, al nivel de marcas de ropa de
mucho prestigio, y otras, como Renault o Fiat, se caracterizan por ofrecer
productos más accesibles económicamente. Por supuesto, la calidad de los
productos va acorde a la calidad de los coches, no es lo mismo un Ferrari que
un Fiat, y en el merchandising de ambas marcas esto queda patente. Si bien es
cierto, que entre el extensísimo catálogo de Ferrari podemos encontrar desde
una gorra por 39 euros, hasta una miniatura de alguno de sus coches por 6.000
euros, pasando por una escultura en plata del Cavallino Rampante en edición
limitada por 2.700 euros. La cantidad de productos que forman el merchandising
de las marcas de coches es muy grande, prácticamente no hay límites. Lo normal
es encontrar relojes, gorras, camisetas, perfumes y llaveros en todas las
marcas, pero la oferta va mucho más allá de estos productos, pudiendo encontrar
piezas de los coches de competición, como por ejemplo el alerón del coche de
Fernando Alonso, o verdaderas obras de arte, como esculturas o cuadros de gran
valor.
La rentabilidad del merchandising
está más que comprobada, y por ello, las marcas destinan una buena parte de su
inversión a ello, diseñando productos novedosos y atractivos, o abriendo
tiendas que se dedican solamente a la venta de estos productos. Con el tiempo
se ha pasado de dedicar un pequeño espacio -prácticamente insignificante-
dentro de los concesionarios de coches, a crear exclusivas tiendas en los
mejores rincones de las mejores ciudades. De esta manera, podemos encontrar una
“Ferrari Store” en pleno centro de Madrid o de Roma, en las zonas más prestigiosas
de las ciudades importantes, o podemos encontrar la línea de joyería de Porsche
o Ferrari o en las joyerías más exclusivas de Mónaco o Singapur. Con el caso de la marca italiana, esto va todavía más allá, ya que hace poco tiempo abrió un parque de atracciones en Abu Dhabi, el Ferrari World Park, inspirado por completo en la marca, y cuenta con una tecnología a la altura de sus coches, ya que la montaña rusa más rápida del mundo está en este parque.
Sin duda, la venta de productos
de marca ha cobrado gran importancia en los últimos años en el sector del
automóvil, y viendo lo bien que les va a las marcas con su merchandising, la
perspectiva es que cada vez más fabricantes van a dedicar más esfuerzos a crear
perfumes, llaveros, o líneas de moda a través de las cuales venderse y
proyectar sus valores de marca al mundo.
El viernes pasado entré en la tienda de Ferarri (merchandising) que hay en la Calle Serrano. Todo precioso, maravilloso, un paraíso... si tienes dinero. Casi me caí de espaldas cuando vi el precio de una maqueta (unos 20cm de largo), preciosa eso sí: 5900€ Vamos que te compras un coche para tenerlo en la estantería.
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